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Foto del escritorAlejandro Ramírez

¿Cuáles son los pros y contras de la alternancia en el trabajo?

La reactivación económica global ha traído a flote una rutina laboral poco explorada antes denominada la alternancia. En mi caso personal, en la empresa donde trabajo, se ha venido implementando hace un poco más de un mes, con resultados algo agridulces para mí. Haciendo un sondeo en redes sociales, descubrí que es una sensación compartida, pues al indagar con mis contactos para conocer su opinión de la alternancia como una buena manera de trabajar, los resultados son casi parejos entre el sí y el no. ¿Cuáles son los pros y contras de la alternancia en el trabajo?


El modelo de alternancia, también denominado modelo híbrido, es una especie de mezcla armoniosa entre el trabajo remoto y el trabajo en oficina, donde se busca encajar lo mejor de ambos mundos. La dinámica es sencilla, los equipos de trabajo acuerdan de uno a tres días en los que van a trabajar físicamente en la oficina, y los días restantes se destinan al teletrabajo. Esta dinámica viene acompañada con acuerdos que les permiten a los equipos y empresas adquirir una rutina clara. Por ejemplo, durante los días de oficina se van a tener la mayor cantidad de reuniones y espacios posibles, para destinar los días de teletrabajo meramente a escribir en el teclado del computador.


Globalmente, el modelo de trabajo híbrido fue uno de los mayores anhelos de la mayoría de empleados en pandemia. Durante abril de este año, McKinsey & Company recopiló una serie de encuestas en varios países para brindar una perspectiva del futuro del trabajo remoto en el mundo, y los resultados son contundentes: 52 % de los trabajadores querían implementar un modelo de alternancia posterior a la pandemia, versus un 37 % de trabajadores que querían seguir en trabajo remoto y el restante con una modalidad de oficina tradicional.

Encuesta de percepción del futuro del trabajo remoto de empleados a nivel global, realizada por McKinsey & Company

Sin embargo, algo que no se tiene mucho en cuenta a la hora de analizar esta encuesta es el hecho de que el mundo entero estaba confinado en sus casas, con miles de muertos al día y una crisis económica apremiante. El “burnout” o síndrome del trabajador quemado era algo bastante común durante ese momento (al menos 40 % de los empleados encuestados lo experimentaron en algún momento) y eso puede explicar, en parte, el afán de salir de la casa e interactuar con los demás.

Encuesta de percepción del futuro del trabajo remoto de empleados a nivel global, realizada por McKinsey & Company

Dicho esto, el siguiente es un listado de lo que considero los pros y los contras de la alternancia, basado en investigación y centrado en mi experiencia personal y la de los demás.


Los pros

  • La interacción social. Después de mucho pensarlo, la interacción social es la ventaja que se lleva con creces a todas las demás. Después de año y medio de pandemia, muchos confinamientos y un sinfín de noticias malas, esta es necesaria para la salud mental de todos. Reencontrarse con los compañeros, o en mi caso, conocer a todos los compañeros que, en una que otra ocasión los vi a través de video-llamadas, es algo que alegra a todos por igual. En adición, la comunicación no verbal en la rutina diaria con esos compañeros se puede interpretar (a pesar del tapabocas) y se puede actuar con mayor inteligencia emocional, algo que es más complicado de lograr por medio de cámaras y mensajería instantánea, y que requiere ciertas habilidades de comunicación asertiva.


  • La co-creación. El volver a rayar tablero, llenar carteleras, pegar post-it y tener conversaciones poderosas con los equipos de trabajo ayuda a mantener una mejor concentración entre todos y garantiza que cada miembro del equipo se sienta parte de lo que se planea, y al estar involucrado, se tiene la garantía de que este pondrá todo su empeño en lograr esa meta. Algo que, si bien se logró adaptar en la virtualidad, se hace más fácil y más gratificante al estar presentes.


  • Un horario definido. Uno de las mayores desventajas, que muchos empleados trabajando en casa tuvieron que sobrellevar, fue la poca diferenciación entre el horario de trabajo y el horario personal. A través de redes sociales, muchas personas manifestaron sentirse quemados por esto, pues se tenía claro a qué hora comenzaba la jornada, pero no a qué hora terminaba. Esto se suma al hecho de tener que limitar, al comienzo de la pandemia, las salidas del hogar, lo que generaba una sensación de no poder salir de la burbuja del trabajo. Al tener un horario y una salida obligada del hogar, vuelve a estabilizar esa distinción. O más o menos.


Los contras

  • La poca claridad de la rutina. A pesar de que el trabajo en alternancia se muestra como la posibilidad de combinar lo cómodo que es trabajar desde nuestras casas o de cualquier otro lugar con la ventaja de trabajar en oficina y presencial, lo cierto es que este modelo rompe la rutina que se nos acomodaba mejor a nuestra productividad. El hecho de estar acostumbrados a un ambiente de trabajo, o a muchos ambientes de trabajo en el caso de las personas que viajaron constantemente mientras laboraban, y luego tener que romper dicho ambiente para llegar a otro desconocido, y repetir esta sensación semana a semana mientras se está en alternancia, es algo que incomoda y que afectará la productividad de los equipos de trabajo. Tan sólo el primer día de alternancia en mi trabajo fue completamente perdido dado lo fuerte de este impacto para todos: equipos sin configurar, una ubicación diferente de todos los implementos, una silla incómoda, la molestia de usar tapabocas todo el día en un espacio cerrado, el nerviosismo de las aglomeraciones en la oficina, junto con la inseguridad en las calles y volver a aguantar, en dosis menores, el caos del transporte público.

En adición, el modelo de alternancia viene con sacrificios detrás que no son cómodos para nadie. La persona que meditaba o hacía ejercicio todas las mañanas antes de trabajar lo va a tener que dejar de hacer, la gente que se mudó a otras partes para ahorrar costos y vivir más tranquilos, tendrán que cancelarlo para volver al caos de la ciudad de la que huían, los padres y madres con hijos pequeños, que tuvieron la oportunidad de compartir en familia por un año y medio van a tener que desprenderse de esos lazos por unos días a la semana, y créanlo o no, todo esto es un efecto negativo al bienestar de la empresa, y por ende a la productividad. Las empresas también pierden una oportunidad de oro y es el poder de reclutar el mejor talento sin importar las barreras geográficas, pues al exigir la alternancia, será más difícil atraerlo.

Por último, y esto en casos más severos en los que el acuerdo de la rutina se suele romper, genera impactos dramáticos en los empleados. En mi caso personal, dado que los días de asistencia han venido cambiando, cometí el error de asistir en días que no me correspondían, puede verse como algo menor, pero esto rompió completamente con mi rutina de la semana y me agotó mucho más de lo normal.


  • Las dinámicas mixtas. Dado que, por razones de salud, no todos los equipos se encontrarán trabajando al mismo tiempo, algunas personas estarán virtual y otras personas estarán presencial, y no hace falta una explicación a detalle para entender lo pésimo de esta idea, puesto que las personas que se mantengan en la virtualidad por horarios o por otras razones, difícilmente van a estar en la misma sintonía, lo que tiene graves consecuencias para los equipos en el mediano plazo.


  • El ambiente laboral. Lo bonito de trabajar en remoto es el lograr construir el ambiente de trabajo que más nos gusta y se nos acomoda a nuestro estilo de vida. Algunas personas optaron por equipar con lo mejor de implementos de oficina en su hogar, otras optaron por mudarse a sitios alejados buscando tranquilidad y ahorro, están las personas que decidieron vender todo, agarrar una mochila y salir de viaje y trabajar al mismo tiempo, y por supuesto, habrá personas que estén desesperadas en sus casas y ansiaban volver a la oficina. La alternancia suena bien, pero lo que hay detrás es una imposición de parte de una empresa que no logró acomodarse al trabajo remoto, es decir, que no logró confiar del todo en sus empleados. Con esta decisión de empresa se irán desencadenando muchos sentimientos adversos para los colaboradores que terminan en la deserción. Recuerden que sólo la mitad de los empleados, según encuestas globales, eran los que querían un modelo hibrido, y tengan en cuenta que estábamos en pandemia y encerrados, por lo que este deseo de volver paulatinamente a la oficina se pudo confundir con el deseo de interactuar más con otras personas, ¿qué pasa con la mitad de los empleados que no quería alternancia?


En síntesis, el trabajo híbrido es un modelo tan reciente y sus consecuencias no son del todo claras para llegar a una conclusión específica. Lo cierto, desde mi punto de vista, es que es una opción facilista frente a la normalización de las condiciones del trabajo para todos los empleados después de la pandemia, pues rompe de tajo con el bienestar que muchos se habían logrado forjar en el trabajo remoto, y no resuelve a profundidad con las nuevas necesidades del trabajador. Si un empleado es productivo con su ambiente de trabajo, ¿por qué quebrar su rutina para que implemente otras que tal vez no son de su agrado? Amanecerá y veremos, puesto que el modelo híbrido olvidó el elemento más elemental de las interacciones sociales (en su irónico intento por incentivarlas) y es el consenso entre las partes, esperemos que esta decisión no rompa con el talento de las empresas. ¿Cómo han vivido sus experiencias de trabajo en alternancia? Déjamelo saber en los comentarios.

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